Según la wikipedia - la que vale, la inglesa- un ingeniero es alguien que se dedica al ejercicio profesional de la ingeniería: la aplicación del conocimiento científico, las matemáticas y el ingenio para desarrollar soluciones para problemas técnicos, sociales o comerciales.

Según nuestra RAE,es una persona que profesa la ingeniería o alguna de sus ramas, donde la ingeniería es "Estudio y aplicación, por  especialistas, de las diversas ramas de la tecnología."

Según el prestigioso diccionario inglés Merriam-Webster, un ingeniero es una persona con formación científica que diseña y construye productos complicados, máquinas, sistemas o estructuras.

Estas definiciones dan una idea de lo que generalmente entendemos por ingeniero.

Ingenieros los ha habido toda la historia, no es algo que haya surgido con la modernidad: Allí donde se planifique la agricultura habrá ingenieros agrónomos. Allí donde se construyan casas habrá arquitectos. Allí donde se construyan puentes o canales habrá ingenieros civiles. Y allí donde se lidie con mecanismos de diversa índole habrá ingenieros mecánicos.

Ahora bien, cómo pasamos de esa definición abstracta a algo más tangible? Un tío que se llame a sí mismo ingenieroaunque no haya estudiado ingeniería es un ingeniero? Alguien que haya estudiado ingeniería y no haya trabajado en su vida es un ingeniero?

Si miramos atrás en la Historia, vemos que los constructores de acueductos romanos eran ingenieros según las definiciones anteriores, así como figuras tan importantes y relevantes como Leonardo da Vinci, Isambard Kingdom Brunel (un auténtico ingeniero fucker), James Watt, Thomas Newcomen o Bill Gates. Todos ellos comparten el no haber recibido nunca un título universitario, y en algunos casos el no haber pisado nunca una universidad. Como no creo que queramos retirarle a esta gente la consideración de ingenieros, podemos desechar que el ser ingeniero requiera estudiar en una universidad.

Una posible salida es mantener que lo que hoy llamamos ingenieros es diferente de lo que antes llamaban ingenieros: que lo que es ser ingeniero depende de la consideración social de lo que es un ingeniero en cada época, y según esto antes un ingeniero no necesitaba tener título para serlo y ahora sí.

Pero esto es erróneo por dos razones: Porque primero un tío que no hace nada con su vida no pasará a ser un ingeniero si así lo quiere la gente mañana, y porque en segundo lugar, podemos imaginar dos carreras profesionales idénticas, mismas empresas, mismos proyectos, mismos resultados, pero con la salvedad de que una carrera incluye un título universitario a su comienzo y otra incluye unos años de lectura de textos ingenieriles y prácticas en empresas, viendo que ese hecho no valdría para decir que el sin título no es ingeniero, habiendo desempeñado las mismas funciones que el que sí lo tiene.

Obviamente casi todos los ingenieros que podamos conocer han hecho previamente una carrera universitaria y tienen un título. La universidad es un buen sitio para adquirir conocimiento sobre diversos campos, y para conseguir un título que demuestre que se han pasado una serie de exámenes. El título representa unas capacidades y un conocimiento (si bien a efectos prácticos se emplee sólo como elemento señalizador de capacidades a las empresas, dada la brecha existente entre lo enseñado en la universidad y lo demandado en la empresa. Es lo conocido como signaling ). Pero de aquí (tener título implica ser ingeniero) no debemos concluir que ser ingeniero implique título. La primera afirmación de hecho no es del todo cierta: alguien que pase 40 años sin trabajar ni tocar el tema ingenieril desde que se gradúa no creo que merezca llamarse ingeniero. Podrá llamarse con toda precisión graduado en ingeniería, pero no va a tener ni los conocimientos, ni los modelos mentales, ni el know-how que tiene incluso un recién titulado: va a tener prácticamente el mismo nivel que cualquier otra persona si se ha olvidado de todo lo que sabía.

No debemos idolatrar un título: es sólo una certificación de capacidades, no un conjuro mágico que las otorgue.

Alguien podría decir: bueno, pero si una empresa quiere construir una fábrica va a contratar antes al ingeniero industrial titulado por una universidad de prestigio que a alguien sin CV que dice saber ingeniería. Obviamente. Pero si en ese CV figuran proyectos similares ya realizados, la cosa cambia aunque no figure ningún titulo. Efectivamente, si alguien tiene un título ingenieril de alguna universidad, será razonable pensar que esa persona es ingeniera, mientras que si alguien dice saber ingeniería será más difícil creerle: la universidad ofrece un proceso estandarizado para demostrar una serie de capacidades. Pero esta heurística es eso, una heurística. Si alguien abre una universidad donde enseñen a contar y leer y a eso lo llaman ingeniería, los graduados de ahí no serán ingenieros. La salida a esto, que lo que puede llamarse 'universidad' debe de estar regulado plantea exactamente el mismo problema que se ha abordado en este post: la existencia de universidades no reguladas, y la posibilidad de la existencia de centros de pésima calidad bajo un marco normativo que lo permita. Nuevamente, el cumplir un protocolo de acreditación obligatorio para llamarse 'universidad' será si acaso un intento de medida de la aproximación entre una universidad concreta y nuestra idea de universidad, y esa precisión dependerá en primera instancia de la credibilidad de quien certifique y en segunda, de la percepción social directa de la institución.

El punto al que quiero llegar con este post es que la credibilidad profesional, o la credibilidad en general no es algo que fluya unidireccionalmente de una fuente (Estado-Universidad-Títulos-Ingeniero), sino en todas direcciones, de forma policéntrica, incluso cuando hoy en día el Estado pretende erigirse en confidente de última instancia, y se trate de arrogar el monopolio de decidir qué es un ingeniero, un abogado o un médico.

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  • danibishop danibishop 2014-05-06T08:53:10Z

    Mil veces he tenido esta conversación. Aquí un ex-estudiante de Ing. de Telecomunicación que lleva 10 años haciendo proyectos.

    A mi entender, el principal problema de la ingeniería y de otras disciplinas que se pueden aprender por diversos caminos con el asunto del título son las reglas de juego a la hora de acceder a concursos o recursos públicos por parte de las empresas contratantes.

    A lo mejor cierta subvención o concurso te permite acceder a ciertas cantidades para contratar profesionales, pero se deben aportar los títulos (diplomaturas, licenciaturas, ingenierías, doctorados, etc.) y quién no pide estas ayudas compite en desventaja al tener que usar recursos propios si decide contratar a un no titulado por mucha experiencia y calidad que tenga.

    No pocas veces he visto contrataciones propias y de compañeros tiradas a última hora porque la empresa de turno contaba con dinero de fondos européos o estatales para la contratación y al final han tenido que elegir a una titulada (porque además, si contratas mujeres, posiblemente tengas más fondos disponibles).

    Así que no creo que haya problema de reconocimiento social o profesional para los que no tenemos el título. Creo que es algo mucho más inmediato, la verdad.

    Saludos.

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